A pesar de contar con el cariño y protección de Ricardo, Marina queda profundamente emocionada después del beso que Alberto le robó.

Alberto se acerca a Marina explicándole lo difícil que ha sido la vida sin ella. Arrepentido le pide perdón y la besa esperando a que ella le corresponda.

Marina y Ricardo causan gran impresión en el evento social del hospital. Alberto no puede evitar sentir celos y se arriesga a todo para recuperar a la mujer que ama.

Lucrecia manipula la mente de Isauro sugiriéndole que se someta a una cirugía plástica para dejar de esconderse ante la gente. Con ese cambio de imagen podrá recuperar el amor de Marina.

Sus compañeros se reunieron y cortaron juntos el pastel

Alberto se sincera con Lucrecia y le cuenta que hay una posibilidad de que el hijo de Marina sea de él. Ella se pone de su lado y lo convence para no sentirse culpable ni responsable de ese niño.