Gracias a la participación del Consulado y de la policía, Vanessa es rescatada, pero no podrá regresar a su país de origen.

Efrén no se queda de brazos cruzados y lucha por el amor de Vanessa, convirtiéndose en el hombre que la protege, día y noche.

Mariano ve en Vanessa una oportunidad y ella se entrega a la pasión, con tal de obtener un beneficio económico.

Vanessa no está interesada en la escuela, solo piensa en que un hombre poderoso la consienta y cumpla con sus caprichos.

El corazón de Andrea no resiste el ritmo de la actividad física y se desvanece en el patio de la escuela.

Tras recibir una opinión médica, la mamá de Andrea confirma que su hija debe de ser atendida por la psiquiatra.