Vicente llega borracho a casa de Carolina y le pide conocer a Benjamín, Carolina trata de ponerle un alto a su hermano y le exige que deje de extorsionar a Damián. Vicente le advierte que pronto se sabrá la verdad de aquella noche y nunca más le creerán ese cuento de ser una buena e intachable mujer.

Mía se niega rotundamente a que su madre tenga una relación sentimental con otro hombre. Es por eso que Mía decide involucrarse en los asuntos de la empresa familiar para vigilar a Raquel y evitar que se vea con Santiago a escondidas.

Mía ataca a Lola y habla mal de su madre, como venganza, Lola le cuenta a Mía que vio a Damián muy cariñoso con Gabriela y siembra en ella la duda de creer que su padre tiene una amante. Mía le platica a Fede sobre lo que vio Lola y ambos se sienten mal al creer que su familia podría separarse.

Alina cumple el trato que le hizo a Nico y logra liberar a su papá, Raquel se muere de celos al ver que Alina está muy al pendiente de Santiago y no puede evitar expresar su desconfianza por una guapa mujer. Santiago calma a Raquel y le repite que es ella la única mujer que desea y ama.

Vicente le reclama a Carolina el tormento que vive día a día por su culpa. El oscuro secreto de Carolina al fin se conoce y Vicente se desahoga al contar que mató a un hombre por defender a su hermana menor.

Mía culpa a Raquel de ser la responsable de que Damián los dejara. Raquel comienza a creer que fue ella la que presionó demasiado a Damián y lo orilló a tomar esa decisión. Santiago llega para apoyar a Raquel y le pide que no se derrumbe ante esta situación.